81- Saqueo en la ruta | VENEZUELA
– La moral es una galleta –aseguró mi abuelo el día que me acompañó a buscar un maniquí al negocio de un amigo suyo, que me lo iba a prestar no sé para qué.
Tampoco sé a cuento de qué venía la parábola, solo recuerdo que los dos caminábamos por la avenida 9 de Julio sin prisas. Entonces todavía lo quería por la cáscara, porque era el abuelo José, el que hacía los asados los domingos, el que tuvo aquel Peugeot 404 blanco con un maletero que terminaba en punta, como el coche de Batman. Y era el mismo abuelo, el único que me quedaba, que era terrible cuando se enojaba. Eso me lo contaron muchos años más tarde.
En ese momento no hubiera creído una sola palabra mala del abuelo José, que avanzaba de marrón y blanco antiguo a mi lado, con la sonrisa tranquila de los veteranos que ya no tienen nada que perder, ajeno a la expresión tonta que se le instalaría en la cara cuando el Alzheimer, el primitivo, okupó todas las habitaciones de su memoria. Entonces al abuelo José solo le quedaría el cuarto de los niños.
– No, no, qué palabra. ¡Moral! Las personas, las personas son las galletas –corrigió mientras continuaba pensando en voz alta. –Pocos consiguen ser como esas galletas viejas que te parten los dientes, duras como una roca. No, casi todas las personas son galletas de agua.
Seguía sin entender nada. No sabía dónde quería ir el abuelo José. ¿Moral? Amar a Dios sobre todas las cosas, no matar, no hurtar, no levantar falso testimonio, ni mentir. Fornicar todavía no me quitaba el sueño, así que la moral se limitaba a una lista de diez mandamientos aplicables a todos los momentos de la vida. Un Corán para chicos de catorce años.
– Eso que los chicos nacen con un pan bajo el brazo, ¿sabés?, es mentira. Los chicos nacen con un bollo crudo de masa de galletas pegado en la planta de cada pie –dice antes de detenerse en la esquina. El semáforo está rojo, el cielo azul. –Te hablo en serio, la vida es una cocina. Palos, moldes, horno, asfixia, calma, hasta que de tanto arrastrarse y caminar, la masa crece y se convierte en la galleta. Cada chico, cada viejo que ves, está rodeado de una galleta de agua redonda, cuadrada o quebrada, con forma de estrella fugaz, de Ava Gardner o de mancha. No hay dos iguales, todas las galletas son distintas, pero sólo las galletas duras sobreviven el test de la almohada.
– ¿El test de la almohada?
– Sí, la cama es el mejor sitio donde conversar solo, sobre todo las noches que no podés dormir.
Tengo que admitirlo, a veces me parecía que mi abuelo no estaba bien, pero en esa época todavía dormía en su cuarto. Era dueño de su propia vida.
– Si querés ver la galleta de una persona, tenés que aprender a percibir cosas que se sienten, que a veces no se ven con los ojos. Algunos lo llaman aura, yo lo llamo galleta.
Todavía no entendía mucho de metáforas y símbolos. Mi cabeza no se enloquecía buscando otras maneras de contar lo mismo. O sea, con suerte entendía el cinco por ciento, la última letra de lo que el abuelo José intentaba explicarme. Me gustaba el fútbol, los cómics, los cromos y los libros de aventuras de Julio Verne. ¿Qué hubiera hecho el Corto Maltés al encontrarse con un policía boliviano que quiere una coima por una infracción que nunca cometió? ¿Y Sandokán, frente a un elefante inquieto en la entrada de la cueva donde duerme el ébola? ¿Qué era todo ese barullo?
Entonces se hizo el silencio. Bocinas, motores, frenos, voces agudas, voces graves, un chillido, una risa, viento, el silbato de un policía, frenos. Pero silencio, el abuelo se había callado.
Era así. Nunca sabías cuando iba a terminar. A veces cortaba una frase y dejaba pasar el tiempo. Y esa frase quedaba incompleta, medio volando en el aire. El abuelo José confiaba en que algo de lo que decía prendiera en sus genes, que le escuchaban a medio metro de distancia. Supongo que a fuerza de machacar, como las canciones de la radio, algo queda.
– Sabés, dentro de la multitud, todos somos chinos. Cuidá tu galleta, que sea dura y leal, que no se te rompa y sobre todo, que sea tuya. No te vendas ni dejes que te laven la cabeza. ¿Entendiste?
En ese momento no comprendí nada. ¿Que el aura es una galleta? ¿Que mirando se aprendía a descifrar a la gente? A esa edad todavía tenía la cabeza en el lugar de las tripas. Lo que más brillaba era lo más sencillo, el final, su no te vendas ni dejes que te laven la cabeza. Eso lo había dicho antes.
En la ruta de San Antonio de Táchira a Caracas, Venezuela, nos encontramos con una retención. A cien metros, la gente bajaba de sus coches y corría hacia algún lugar ubicado en el arcén. El accidente debía ser terrible.
Una camioneta volcada acababa de desparramar decenas de planchas de aluminio que refulgían como manchas de mercurio sobre el pasto. No había muertos, no había heridos, no parecía. No sé. ¿Nadie se fijó? Sólo vimos a Juan, María, Braian, Yenifer o como sea que se llamaran, ama de casa, taxista, empleado, oficinista, personas normales al fin, que detuvieron su coche nuevo o viejo, su camioneta destartalada o bronca, su taxi, su camión, su autobús, y corrieron a saquear. A llevarse una maldita plancha de aluminio para casa.
Y que reían, como si nunca hubieran entendido nada.
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Pablo Rey (Buenos Aires) y Anna Callau (Barcelona) viajan por el mundo desde el año 2000 en una furgoneta Mitsubishi Delica L300 4×4 llamada La Cucaracha. En estos años veinte años de movimiento constante consiguieron un máster en el arte de sobrevivir y resolver problemas (policías corruptos y roturas de motor en el Sáhara, por ejemplo) en lugares lejanos.
Durante tres años recorrieron Oriente Próximo y África, de El Cairo a Ciudad del Cabo; estuvieron 7 años por toda Sudamérica y otros 7 años explorando casi cada rincón de América Central y Norteamérica. En el camino cruzaron el Océano Atlántico Sur en un barco de pesca, descendieron un río del Amazonas en una balsa de troncos y caminaron entre leones y elefantes armados con un cuchillo suizo.
En los últimos años comenzaron a viajar a pie (Pirineos entre el Mediterráneo y el Océano Atlántico, 2 meses) y en motocicleta (Asia) con el menor equipaje posible. Participan en ferias del libro y de viaje de todo el mundo, y dan charlas y conferencias en escuelas, universidades, museos y centros culturales. Pablo ha escrito tres libros en castellano (uno ya se consigue en inglés) y muchas historias para revistas de viaje y todo terreno como Overland Journal (Estados Unidos) y Lonely Planet (España).
¿Cuándo terminará el viaje? El viaje no termina, el viaje es la vida.
Es una práctica muy común esa en casi toda américa latina, algunos argumentan que la carga está asegurada y de todos modos la van a tirar para que el seguro la pague así pues a aprovechar, a mi me tocó ver hasta a unos policías llevandose las cajas de latas de refresco (de ese de color rojo) en un accidente sucedido en las afueras de la ciudad
Hola Regio, hemos conocido por boca de otros alguna historia similar en el norte de Chile y en Perú. En Venezuela nos han contado los propios bomberos que el saqueo también ocurre aquí en vehículos particulares accidentados, con los heridos desangrándose dentro.
Si a esto lo denominamos una practica común, estamos comenzando a avalar esta aberración, que tiene más de buitre que de humana.
Hola, he descubierto vuestra página y de vosotros hace poco. Me voy sumergiendo en vuestra aventura. Que no decaiga el ánimo y tarde o temprano nos veremos, agur
Hola pareja… les deseo mucha suerte y animo con esta mágnífica aventura que estan realizando.
He puesto un link en mis favoritos de
http://diariosdeunfotografo.blogspot.com/
Un saludo
Salvador Aznar
Algo similar vivi hace unos años en Espana, transitando por la desde el sur(Granada) hacia Madrid, en un sector en que la ruta cruza una zona montañosa antes de llegar a la llanura castellana… ahi habia un accidente con una camioneta que transportaba productos de granja… verduras, zapallos, cosas así… me llamo la atención la presencia de automotores (para mi lujosos… audi, mercedes…) que se detenian a “emabarcar ” lo que podían de la mercadería volcada…
Casas más, casas menos, igualito a mi Santiago…
Es que el ser humano como tal está en decadencia. Todos lo sabemos, lo aceptamos, lo avalamos, lo disimulamos… pero no hacemos nada por cambiar. Y el que no se de cuenta de esto, no es porque no pueda, sino porque no quiere ver la realidad. A pesar de esto, debe y espero que haya una salida para la humanidad…
Carlos, a mi me da miedo cuando se comparan zapallitos con vehículos accidentados donde hay gente atrapada desangrándose. Temo que tu comparación pueda justificar cualquier saqueo…
Y el único saqueo que yo puedo justificar es el de un banco.
Saludos
Hola panas,
soy una venezolana que hace unos años, debido a la situacion de mi pais, me tuve que ir a la madre patria a empezar de nuevo. Mi vida aparte, lo que yo sé y tambien comentan los viajeros, es que el saqueo va desde la carga del camion o carro o lo que sea que este accidentado, hasta el equipo de sonido, los altavoces, la billetera, celular, la plata y cualquier cosa que pueda haber dentro del vehiculo, aun estando el señor accidentado dentro. Moribundo, pero aun adentro. Y eso, amigos, desgraciadamente pasa en mi querida Venezuela. Y si eso no se lo lleva la gente antes de que llegue la policia o los bomberos al lugar del accidente, se lo acabara llevando la policia. Es asi. Me da verguenza ajena decirlo, pero es asi.
Es todo una verguenza el comentario,desgraciadament eparece que en todas partes en menor o mayor grado sucede.Es que necesitamos “regalos” quizas? porque no ha de ser por un zapallito,digo,quizas por la necesidad de recibir si se quiere un regalo.¿No nos faltara los regalos de la gente que amamos,sus sentimientos,sus caricias,sus oidos,su palabra en fin tantas cosas que uno tiene “para regalar”?
Les deseo lo mejor y les mando de “regalo” millon de abrazos!!!!!!!!!!
En Peru tambien sucede, a veces un bus se accidenta, y llegan los buitres primero a robar a los accidentados, es una pena asimilar la realidad.
Con la mercaderia sucede lo mismo, algunas veces con resultados atroces, ejem lo que ocurrio en un pueblo llamado Choropampa donde se derramo Mercurio.
Acá en Venezuela, cuando alguien choca su vehículo, de la nada aparecen corriendo decenas de personas, queriendo según ellos “ayudar”: cuando “ayudan” a levantar al herido, le revisan los bolsillos y se quedan con su contenido, entre la conmoción de la víctima le despojan de reloj y prendas, otros se meten dentro del vehículo y se roban todo lo que pueden (batería y cauchos, inclusive piezas de carrocería).. y para todo eso tienen mucho tiempo, porque la policía tarda horas en aparecer y los servicios de rescate son escasos.
Pues tocará hacer un blog de todos los saqueos en la historia del mundo… Desde los de Roma hasta los de Los Ángeles durante las luchas sociales de M.L. King. Creo que lo de los saqueos a gente que se muere desangrada es un poco exagerado, y si no corroboras la fuente es simple especulación.. Y cae de mal gusto, como el que quiere lanzar un dardo envenenado. Menos opinión y más hechos mi estimado
Eso no es opinión Alejo, me lo dijeron los mismos bomberos venezolanos que nos cedieron un sitio en la estación de bomberos porque dormir en la playa era muy peligroso…
Te parecen suficientes hechos, mi estimado Alejandro?
O acaso tú eres de los que hablan bien de Venezuela sin haber pisado el país, sin haber vivido la realidad diaria de sus calles, donde hubo unas 19.000 muertes violentas solo en 2011?
Y eso es otro hecho comprobado, salió en los periódicos de todo el mundo…
Uhm, en realidad vivo en Venezuela… No se si eso responde tu pregunta..
A mi me han contado muchas cosas, pero no todas son ciertas.. Dicen las prácticas del buen periodismo que para corroborar una información se debe chequear con al menos 2 fuentes distintas, si no lo que haces se denomina “especulación”.
De ahí surgen los llamados ‘mitos urbanos’, como que por ejemplo hay cocodrilos en los desagües’. Nadie lo ha comprobado, pero a mucha gente se lo han contado.
Lo que haces es una mezcla de relato turístico con opinión política, luego si te vas a meter en terreno político, mejor avalar tus fuentes.
Por cierto, el que maten xxx cantidad de personas al año o que no puedas dormir en la playa porque es peligroso (?) no implica que saquean a la gente mientras se desangra. Pueden guardar algún tipo de relación, pero no son directamente una consecuencia de la otra.
En todos los paises del mundo hay crimen, hasta en los del primer mundo mi estimado. En todos hay indigentes, hasta en EUA, y si ven la oportunidad de saquear a algún tipo malherido, o robar a algún turista que no planeó bien sus vacaciones, llega de paracaidista y se queda en una playa sola (esperando algún tipo de vigilancia especial tal vez), ese es su problema, no el nuestro.
En todo caso, me parece de mal gusto ir a un pais y vomitar toda suerte de opiniones negativas del mismo. Es como ir a una casa de un amigo y empezar a criticar el decorado, los muebles, la zona, etc. Si no tienes nada que decir, no lo digas, y si lo vas a decir NO EXAGERES, y COMPRUEBA TU FUENTE.
Es como yo vaya a Argentina, y haga un blog sobre lo corrupto del sistema, lo mafiosos que en general son los argentos, la inflación galopante que se vive en el país, como una nación que se denominaba ‘del primer mundo’ a principios del siglo XX, es del tercero comenzando el s. XXI. Creo que los argentinos tienen suficientes problemas, saben cuales son, y sobre todo, son ellos los que los deben resolver, y el hecho de que yo haga un blog señalando todas y cada una de sus miserias los ayudaría poco y nada a solucionarlos. Como dice la biblia, deja que los muertos entierren a sus muertos, o los alemanes “esta no es mi cerveza”, lo cual equivale a this is none of my business
Si dijeras eso de Argentina, probablemente tendrías toda la razón. Y yo sería el primero que te la daría. Además, y sin duda, a mí me daría vergüenza, como también te debe dar vergüenza a ti (a pesar de que no lo digas) lo que está pasando en Venezuela…
Alejandro, gracias por participar.
Pd: por cierto, nada de lo que escribo está exagerado para conseguir un mayor impacto. Es el resultado del viaje y del contacto permanente con la gente.
Pues a mi no me da vergüenza… La vergüenza no sirve de nada… Ahora si, quedarme en mi pais y trabajar para poner mi granito de arena que ayude a mejorar la situación, eso si hago…
Bueno amigos les tengo una de no creer en pleno centro financiero de Bogota Colombia, sucedio hace como tres meses un joven caminaba rápido y se cayo sobre la llamada “avenida de chile” con carrera séptima y al caer se le safo una cantidad enorme de dinero en efectivo que llevaba y pues la gente que no es poca se abalanzo en procura del efectivo y cual sorpresa me lleve que le devolvían el dinero al muchacho,al punto que al final al auxiliarlo, solo afirmo que tenia la suma completa y que estaba muy agradecido con la buena voluntad de las personas que por allí pasaban, es como escribo increíble pero esto sucedió a plena luz del día a eso de las diez de la mañana y bueno me enseño que en el supuesto país mas “inseguro del mundo” donde matan según las noticias por robarse un celular o una bicicleta ver que estas cosas sucedan lo dejan a uno perplejo.
buenos muchachos …la verdad que yo vivo en venezuela y conozco otros paises..me han pasado cosas buenas y malas..e visto gente pobre con grandezas y ricos miserables……en estados unidos..pais en el que estuve. los zombies como los llaman ustedes abundan…. las miserias humanas existen en todos lados…o en españa no las hay? pido disculpas si no es asi,porque me agrada la gente que se dasafia con un viaje … que pone a prueba el corazon- si aprende, podran a duras penas al menos vislumbrar aquello que es esencial..-solo que:…en tus relatos noto que te pones desde otro lugar..como si una mierda que sale del culo y al caer al inodoro , poceta,toilet o excusado .. horrorizada describe lo fetido del sitio por el que se traslada …..(no seas mierda.)(no todo es una mierda) mi humilde opinion..
te repito vivo en venezuela actualmente y si hay que cuidase como en cualquier lado…
nacido en bs.as. actualmente acampo en playas como choroni..cata..y otras de aragua..
me pasan cosas buenas…y encuentro gente generosa en mi vida….sera que no soy mierda!!!???
pd:ya que estas en Amerik investiga cual fue el cimiento y el legado de la madre patria para sus habitantes originarios!!!y sorprendente!!!la miseria de su espiritu actualmente hace eco …de repente tu galleta te conecte con mejores causas..
suerte..
que esten bien..
¿puedo preguntar algo a quien ha escrito este relato?
necesitaría saber si ese abuelo José existió realmente, si es español y si se llamaba Gutiérrez de apellido.
Agradecería mucho la respuesta.
Hola María José. El relato lo escribí yo, Pablo Rey, y el abuelo José era mi abuelo.