– Ustedes no están viajando… ustedes son libres…

El hombre, moreno y sonriente, nos observaba con esa mezcla de curiosidad y sorpresa que suele producir el viaje. Claro, ¿cómo miras a unas personas que te dicen que llevan ocho años y medio viviendo en una furgoneta, cambiando de país, asumiendo la violencia, los robos, la hospitalidad y la aventura de descubrir como parte lógica de la vida? ¿Una pareja que nunca tiene baño propio, ni nevera, ni ducha, ni perro ni gato?

– Claro que tuvimos mascotas. Una rana momificada que encontramos sacando barro de los bajos de la furgoneta en Tanzania. Y una viborilla de agua seca que recogimos de una playa en el Sinaí.

Parecía un bastón pequeño, capaz de separar las aguas. Capaz de conseguir no sólo lo improbable, sino también lo imposible.

El sábado seis de diciembre de 2008 llegamos a las nueve de la mañana al Orinokia Mall, el centro comercial más importante de Puerto Ordaz. Tiene un kilómetro de largo y cientos de locales comerciales. Hay muñecos gigantes y promociones especiales en cada rincón. Un Santa Claus rubio y gigante de carne y hueso que nos pregunta si pasamos por Hungría, gente con bolsas buscando felicidad y regalos. También encontramos aire acondicionado importado directamente desde el Polo.

El calor en esta parte del mundo no se puede soportar sin aire acondicionado.

A las 10 de la mañana, después de conseguir los permisos, nos instalamos frente a la cascada de la Puerta Caroní, e inmediatamente comenzó a llegar gente. El recibimiento fue especialmente bueno, sobre todo cálido, y no sólo por la temperatura.

Situación 1:

– Disculpe, ¿de qué se trata esto?

– Estamos dando la Vuelta al Mundo en esta furgoneta.

– Y si me anoto, ¿yo también puedo ir?

Situación 2:

– ¿Cuántos kilómetros llevan de viaje?

– Y… ahora, más o menos, unos 190.000 kilómetros.

– Pero ¡con tantos kilómetros! seguro que cambiaron la furgoneta.

– No, -le dije, -nosotros cambiamos, la furgoneta sigue siendo la misma.

Situación 3:

Un grupo de chicos y chicas de dieciocho años escuchaba lo que nadie les había dicho en su vida.

– Hagan lo que quieran, lo que el corazón les pida. Pero háganlo hasta el final. No importa lo difícil que sea. Nunca se queden a mitad de camino. Nunca abandonen algo sólo porque parece difícil.

– Pero, ¿ustedes son predicadores? –preguntó una chica.

Me aguanté las ganas de reír, hubiera quedado mal.

Situación 4:

– Y ustedes, ¿qué venden?

– Esperanza.

– ¿Esperanza?

– Sí. Si nosotros llevamos ocho años y medio dando la Vuelta al Mundo sin grandes patrocinadores, vos podés conseguir lo que quieras.

Gracias a Roger Rivas, gerente general de Orinokia Mall, a Alejandro, asistente directo del gerente general y a Natalie Morfe, coordinadora de Mercadeo. Contar historias de la Vuelta al Mundo en 10 Años en Puerto Ordaz, en la puerta del Orinokia Mall, es algo que quedará grabado en la historia del viaje.

¡Hasta pronto Puerto Ordaz!

…..

ENCUENTRA EN ESTE ENLACE TODAS LAS HISTORIAS SOBRE VENEZUELA

…..