Observo la fotografía y pienso: siempre se puede viajar con menos. Si Salva estuvo viajando más de 9 años alrededor del mundo, con un presupuesto básico de poco más de 5 dólares al día, cualquiera puede hacerlo. No se necesita una furgo.

Salva acaba de terminar su viaje y está de vuelta en Granada. Tiene 3 libros escritos sobre sus viajes (escríbele a unviajedecuento@gmail.com) y está preparando sus primeras presentaciones en su ciudad. Es un gran tipo y un viajero capaz de cruzar Siberia en invierno. En bicicleta.

Por eso le envié a Salva una sola pregunta. Quería que me dijera, recordando su equipaje minimalista…

Amigo, ¿cuáles son tus 6 objetos más preciados, entre lo poco que llevas?

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El equipo más preciado de Salva Rodríguez | VUELTA AL MUNDO EN BICICLETA.

Para un viaje largo no me preocuparía ni de tener una bicicleta caprichosa, ni tampoco equipamiento excesivamente caro, especialmente con la tienda de campaña. La experiencia me asegura que son tantos los azares y catástrofes que no vale la pena invertir en cosas caras que a partir de los tres meses va a dar los mismos problemas que en cosas de medio rango.

Sí invertiría en un buen saco de dormir en caso de lugares fríos. Por lo demás, cualquier bicicleta de marca conocida en su modelo más básico es una garantía para viajar, e igualmente con el equipamiento (por marca conocida no me refiero a Decatlón y por viaje largo me refiero a más de tres meses; ambos, Decatlón y viaje largo, son incompatibles). Los cicloviajeros de los 80 hubieran matado por tener una bici actual de 300 euros.

6 imprescindibles en un viaje largo en bicicleta.

1. Una hamaca. Si la bicicleta simboliza la libertad, la hamaca es el descanso. Físicamente es el invento perfecto para hacer la digestión y descansar las piernas de la pedalada matutina. Mentalmente, balancearse en la hamaca no tiene precio. Incluso al empezar a colgarla de un árbol, uno ya se siente mejor. Además, apenas pesa ni ocupa espacio.
2. Un filtro de agua. Uno de los hándicaps de las bicicletas es el transporte de agua para la noche y la mañana siguiente hasta el próximo punto de agua. A veces no hay gente a quien pedir en las horas previas a la acampada, o el agua es insalubre, y hay que filtrar de charcos o lagunillas estancadas o ríos de poco cauce. No tener filtro anula la independencia de poder acampar en donde quieres. En mis primeros viajes pasé a veces por lugares maravillosos donde no pude quedarme a acampar porque el agua próxima no era salubre, algo que me hizo rabiar maldiciones. Aprendí la lección y siempre lo llevo encima. El agua es una prioridad.
3. Bridas de plástico. Indispensables para arreglar sobre la marcha una parrilla rota, un freno, en fin, cualquier desastre, incluso para agarrar un eje pedalier que se quiere caer.
4. Comida de emergencia para tres días. Esto va unido a la idea del punto 2: acampar donde quieras, cuando quieras y pasar el tiempo que quieras. Encontrarte con un lugar paradisíaco y no tener comida para quedarte un día de descanso no sólo es irritante, también es en ocasiones imprevisible. Lo que sí se puede hacer es prevenir que puedas tener una parada imprevista y llevar siempre comida para tres días. Ni falta hace añadir que esa parada puede no ser debida a dar con un lago perfecto en compañía de una cicloturista solitaria perfecta, sino por una diarrea de caballo o una fiebre dengue o cualquier otra calamidad.
5. Un termo. Si la bicicleta te hace sentir la libertad, te lleva a los lugares más remotos, y la hamaca te permite descansar, un termo es lo que hace posible que te tomes un café calentito en mitad de la nada: es el lujo de un ciclista. Llegar a un hermoso río, colgar la hamaca entre dos árboles, y balancearse mientras degustas un cafelito… y nada más que pedir a la vida; nada falta, nada sobra.
6. Un espejo retrovisor. Cada vez más ciclistas lo llevan y es algo que una vez que lo tienes te preguntas cómo pedaleabas antes sin él. Imprescindible en carreteras con tráfico, en lugares donde los conductores no respetan al ciclista.

Mira la entrevista en video que le hicimos a Salva Rodríguez en La Vuelta al Mundo en Bicicleta.

Sigue a Salva Rodríguez en www.unviajedecuento.weebly.com y en Facebook: Un viaje de cuento.

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