Anteayer volvimos de Cuba, donde nos desconectamos durante 15 días de internet, de la furgo y de las noticias del mundo que no estuvieran filtradas por el Gramma, el periódico oficial del régimen. Volver a la isla fue una experiencia única que va más allá del hecho de haber volado gratis (sí, gratis) y que iré desgranando durante las próximas semanas.

Primero, y como aperitivo con un poco de alcohol, voy a compartir la receta del mejor mojito que probamos en la isla. Y no, no estaba en La Bodeguita del Medio (¡5 dólares!) ni en los mesones para turistas (3 dólares) que proliferan por La Habana. El mejor mojito de Cuba estaba en las calles de Cienfuegos y solo nos costó un dólar. Sí, la calle, de nuevo, como siempre, ese lugar lejano a los asépticos hoteles y restaurantes para turistas, el sitio donde ocurren las verdaderas historias, donde se cruza la gente que vive con los pies en la tierra.

Allí estaba Frank, barman cubano, en la puerta del restaurante de comida rápida llamado precisamente ‘El Rápido’, calle 54 esquina 35 de Cienfuegos. Y nos preparó unos mojitos tan espectaculares, que siempre salímos contentos. Pero contentos contentos.

Receta del mojito según Frank: Se toma un vaso largo y se pone una cuchara mediana colmada de azúcar blanca. Se añade el jugo de un limón (o 15 ml. de un tetrabrik, ya que no es tan ácido como el limón natural) y se ponen 3 ramitas de hierbabuena. Agarrar un macerador y aplastar el azúcar en el fondo del vaso y el tallo de la hierbabuena contra el lado del vaso. Luego le añades cubos de hielo hasta la mitad, llenas un cuarto del vaso con ron blanco, y el resto de soda o refresco de limón con gas. Revolver un poco y beber con sorbete o pajita. Repetir las veces que sea necesario.

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