88- A veces uno no sigue caminos, sigue corazonadas | COLOMBIA

– ¿Estás loco? ¿Cómo van a ir a Colombia? Allá te secuestran, está lleno de traficantes, hay guerrilleros y paramilitares, es muy peligroso… ¿No ves las noticias?

Palabra más, palabra menos, casi todos decían lo mismo. En el imaginario colectivo Colombia es un sitio complicado donde los narcos son los amos y la guerrilla los señores. Un país repartido, donde el Estado se evaporó en una serie de zonas de influencia armadas y las leyes cambian tanto como el pronóstico del tiempo. Hoy está despejado y tranquilo, mañana es posible que llueva y caiga plomo. Nene, no salgas sin paraguas y chaleco antibalas.

En cualquier momento podríamos encontrarnos con un bloqueo espontáneo en la ruta, la pesca milagrosa de las FARC. Diez, veinte tipos con uniformes similares a los de cualquier ejército, verde oliva y marrón oscuro, pidiendo documentos como otra fuerza legal y secuestrando a todo el que pudiera ser canjeable por presos o dinero. Cuando te detienes no sabes, y ese es el problema, no sabes quiénes son los buenos y quiénes son los malos.

– Si se encuentran con un bloqueo de las FARC, ustedes tranquilos. Que ellos son buena gente –nos había dicho una mujer en Ecuador, mientras nos servía un plato de arroz con pedazos minúsculos de carne en un puesto precario junto a la ruta.

Sí, te ofrecen alojamiento, comida y paseos por la selva gratuitos durante diez años pensé. Y no puedes negarte. No puedes decir lo voy a pensar, o vuelvo mañana.

La historia tradicional de América Latina habla de los ejércitos regulares como el inicio de muchos de los grandes desastres del continente. Todos participaron en golpes militares que derrocaron presidentes más o menos populares, todos usaron sus armas contra su propia gente, todos violaron los derechos básicos de aquellos a quienes decían proteger. Entonces, ¿en quién confias?

No se puede confiar en el ejército, ni en la guerrilla, ni en los narcos. Si confiamos en la televisión estamos en el camino equivocado. Dame el primer pasaje a Miami, rápido. Todo lo que llega de Colombia a tu casa habla de narcotraficantes y gente secuestrada, obligada a vivir en un infierno de selva. De camisetas de Pablo Escobar, el Patrón, que aún se venden en las calles, quince años después de su muerte en los tejados de Medellín. Y de García Márquez, claro, pero Gabo escribe historias bonitas sobre lugares que no existen en la vida real.

Entonces, ¿qué hacemos? ¿Dónde vamos?

Pero la gente que conocemos en la ruta habla de otro país, también llamado Colombia, pero radicalmente distinto. Un país de montañas y gente amable que responde ¡a la orden! cuando entras en un comercio. Gente de todos los colores que en las fiestas baila pegadita. Nada de rocanrol, nada de blues, solo vallenato y salsa en la patria de las mujeres impulsivas, de las novelas de amor roto y desgarrado para después del mediodía.

¿Debíamos visitar Colombia? murmuro después de cuatro controles militares en los primeros veinte kilómetros, usted quien es, que lleva detrás, de dónde viene, adonde va, preguntas demasiado personales, demasiado existenciales, demasiado repetidas. Entonces, dos figuras solitarias en uniforme de camuflaje surgen de los arbustos y levantan la mano para detenernos.

A veces uno no sigue caminos, sigue corazonadas.

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Pablo Rey (Buenos Aires) y Anna Callau (Barcelona) viajan por el mundo desde el año 2000 en una furgoneta Mitsubishi Delica L300 4×4 llamada La Cucaracha. En estos años veinte años de movimiento constante consiguieron un máster en el arte de sobrevivir y resolver problemas (policías corruptos y roturas de motor en el Sáhara, por ejemplo) en lugares lejanos.

Durante tres años recorrieron Oriente Próximo y África, de El Cairo a Ciudad del Cabo; estuvieron 7 años por toda Sudamérica y otros 7 años explorando casi cada rincón de América Central y Norteamérica. En el camino cruzaron el Océano Atlántico Sur en un barco de pesca, descendieron un río del Amazonas en una balsa de troncos y caminaron entre leones y elefantes armados con un cuchillo suizo.

En los últimos años comenzaron a viajar a pie (Pirineos entre el Mediterráneo y el Océano Atlántico, 2 meses) y en motocicleta (Asia) con el menor equipaje posible. Participan en ferias del libro y de viaje de todo el mundo, y dan charlas y conferencias en escuelas, universidades, museos y centros culturales. Pablo ha escrito tres libros en castellano (uno ya se consigue en inglés) y muchas historias para revistas de viaje y todo terreno como Overland Journal (Estados Unidos) y Lonely Planet (España).

¿Cuándo terminará el viaje? El viaje no termina, el viaje es la vida.

11 thoughts on “88- A veces uno no sigue caminos, sigue corazonadas | COLOMBIA

  1. bueno, os vi en Spaniards… menudo viaje… lo que no se es lo que vais a hacer cuando se os acabe!!
    Me apunto a seguir vuestro blog. Mucha suerte y a ver si nos encontramos por el camino!
    Yo espero estar en noviembre en Colombia y en diciembre en Puerto Rico… mientras tanto en New York!

  2. estuve viendo sus historias y donde tienes mas q todas es en Peru, yo soy d peru y si q hay cosas q contar !! suerte en su viaje muchachos!

  3. hola me pueden decir si es peligroso ir en auto propio por peru,ecuador,colombia y venezuela,teniendo en cuenta que viajamos con nuestros hijos menores de edad

  4. Las Corazonadas son Arrebatos de Inspiración que nos llegan no sabemos de donde ni tampoco para qué; son la “Caida Libre” a la espera de la apertura del paracaídas.

  5. hola recodados amigos:
    fabuloso,intrresante y emocionante todo lo que me cuentas sobre tu viaje alrededor del mundo, saco copias de lo que me escriben para ponerlo en mi mural ojala puedan hacerme llegar algunas fotos de ultima hora, tus relatos sobre Colombia me ponen a pensar en serio sobre el despertar de america del sur el imperialismo con o sin guerras nada bueno le han dejado a la humanidad.
    Bueno,Anita y pablo no dejen de escribirme,saludos de parte de Ricardo y Ruthy de mi
    parte cuando terminen la vuelta al mundo vengan a descanzar en la isla ISABELA GALAPAGOS ,les envio un furte abrazo.Plaucio.

  6. Hola exploradores del mundo.

    Anoche los escuche por la emisora la W de Colombia y los admire de maravilla. Muy pocos hacen lo que ustedes estan haciendo y la verdad que debe ser extasiante conocer este mundito y la gente que en el habita. Les deseo lo mejor y que cumplan los objetivos de esta aventura. Buen viaje siempre y alegres energias.

    Desde medellin Colombia

    Con admiracion.

    César

  7. Anna y Pablo, ustedes son culpables de haberme mantenido pegado de un monitor, leyendo toda esta tarde, buena parte de su excitante recorrido por las caminos del mundo, en especial de ésta, mi querida Suramérica. La verdad los admiro y se me humedecen los ojos al evocar que un gran amigo mío recientemente fallecido, hace 20 años, recién terminábamos nuestros estudios universitarios en Bogotá, me propuso realizar un viaje por Suramérica y por mi falta de cojones no fui capaz de emprender. Ahora, gracias a ustedes, lo realizo leyéndoles y elucubro el entusiasmo que en mi amigo hubiera despertado si estando vivo le hubiese compartido el vínculo a su página.

    Respecto a los párrafos conque comienzan este artículo, es algo que considero juega a nuestro favor, ya que si una persona ha recibido tanta información negativa sobre un lugar, como en nuestro caso Colombia, en donde se espera encontrar una país sumido en el caos y la barbarie total, se sorprenderá gratamente y comenzará a revaluar sus prejuicios cuando se encuentra con el cariño y calidez con que este pueblo suele acoger a los extranjeros y comprueba, de propia mano, que pese a todos los problemas y situaciones agobiantes y conflictos, su gente, en su mayoría, es alegre, optimista, emprendedora y esperanzada.

    Creo que ustedes, dada la posición privilegiada de trotamundos en que se encuentran (puesto que han recorrido buena parte del mundo y la que les queda por recorrer), quizá podrán advertir esa condición con mayor facilidad que aquellos de nosotros que hemos permanecido estancados en un punto del planeta y tenemos una perspectiva más estrecha de las culturas, los pueblos y sus gentes.

    Adelante, que el camino traiga siempre la aventura y la expectativa de lo que se verá en la próxima curva, tras la siguiente cima, en el siguiente personaje con que se topen. ¡Buen viento y buena mar hasta el final!

  8. Excelente. Sin palabras. Que lindo que personas que no son de Colombia tengan mente abierta para ver lo que muchos no ven. La Guajira es territorio por explorar incluso para los Colombianos. Yo estuve hace unos meses en la Guajira por primera vez, por asuntos de trabajo…y regresare pronto. Me enamoré de esa tierra maravillosa y mágica. Gracias a ustedes viajeros. Su blog es una joya.
    Ya saben, por aquí “a la orden!”

  9. Y bueno, esto de que “todos violaron los derechos básicos de aquellos a quienes decían proteger” es raro q lo diga un español… por lo demás, muy bueno todo!

  10. estoy a punto de emprender un viaje desde Argentina a Colombia, cartagenas , en camioneta y pasando por chile bolivia ecuador, y si cuento con tiempo llegar a panama, la gente dice que estamos locos le temen a Colombia, pero el corazon me pide que siga… asi que este blog me sirvio como un empujoncito mas … http://www.facebook.com/jesimoncada

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