59- De VENEZUELA a Trinidad y Tobago en barco.

Este es un texto escrito rápido, a mano alzada, en un cuaderno y pasado rápido a un ordenador de Trinidad y Tobago.

– ¿Qué hay en Trinidad y Tobago?

– La verdad, ni idea.

– ¿Será como Murcia?

– ¿Murcia?

– Tampoco se lo que hay en Murcia… ¿Que hay en Murcia?

– Ni idea…

Hace unos días llegamos a Güiria siguiendo el camión frigorífico de un canario que venia a buscar pescado. Cosas raras que suceden en la ruta.

Guiria esta casi en la punta de la península de Paria, noreste de Venezuela. Es hermoso. La ruta se abre en la selva densa y hay playas realmente impresionantes. Limpias. Sin chapas, botellas de cerveza ni plásticos. Otro mundo.

Pero eso es material para otra historia.

– El ferry a Trinidad y Tobago sale los miércoles. El pasaje cuesta 150 dólares ida y vuelta. El ferry regresa todos los miércoles –nos dijeron en Acosta, la empresa que vende los pasajes.

Faltaban cinco días para el miércoles, pero la furgo se encargo de darnos trabajo. El sábado se rompió el manguito del freno izquierdo. Hasta el lunes no podíamos conseguir un manguito nuevo, fabricado a medida con mangueras de alta presión.

– Esta manguera no se les romperá nunca, nunca –aseguraron.

– Inshallah –respondí. No entendieron nada, pero daba igual. No había otra alternativa.

– ¿Qué hay en Trinidad y Tobago?

Google, el Petete del futuro, dice que son islas. Que es una república. Que hay montañas, un fuerte antiguo, música zouk, descendientes de indios y africanos, petróleo y que su moneda es el dólar de Trinidad y Tobago. Que a su moneda la llaman Titi. Lo que es el cariño.

– Tiene huevos. ¿Cuánto cuesta el pollo asado? –digamos, una pregunta característica del viajero.

– Cuarenta titis.

¿Qué tengo que hacer? ¿Buscar cuarenta monos? No es negocio. Imagínate lo que quieras, pero parece un trueque, si, si no es en monos es un trueque carnal. Te cobran en especias. Yo te doy una gallina y tú me haces cuarenta titis. Ufff, mucho trabajo.

El lunes enviamos cinco mails solicitando alojamiento a miembros del Hospitality Club y Couchsurfing, organizaciones que ponen en contacto gente que busca y gente que ofrece alojamiento, de onda. Sin cobrar.

Dos respondieron que no podían. Tres, no sabe no contesta.

El miércoles abandonamos la furgo recién lavadita en la Estación de Bomberos de Guiria. No había excusas para dejarla con la mugre típica del viaje que llamamos camuflaje. No. Allí tienen mucha agua.

La estación se había convertido en nuestra casa y, aunque algo tímidos al principio, los bomberos estaban portándose como los amigazos que encuentras en el camino. Desinteresados. Hospitalarios. Dispuestos a echar una mano, y dos, y veinte en lo que fuera necesario.

A las dos de la tarde embarcamos hacia Trinidad y Tobago. T y T. A las cuatro y media partimos. Hora de llegada, nueve de la noche.

– A esa hora no hay transporte público. Tienen que tomar un taxi. Cuesta unos veinticinco dólares americanos. Y para dormir, calculen cuarenta dólares mas, cada uno –asegura un hombre en el ferry.

Busco a Anna.

– Che, tenemos que comenzar a buscar un Plan B.

Siempre hay un Plan B. Siempre hay una manera más económica, un camino distinto que te lleva al mismo destino. Puede tener muchas curvas imprevistas, pero llega. Eso es el Plan B.

El problema es: no tenemos información de Trinidad y Tobago. Nada. Ni una guía, ni un miserable mapa. No sabemos muy bien donde vamos a llegar. Omdurman de noche. Territorio Nuevo, puerto, de noche. Cuando te mueves con poco dinero, no es tan fácil encontrar el camino.

Esta vez el Plan B consiste en conseguir una guía. En charlar. En encontrar nuevos compañeros de viaje con quienes compartir primero un taxi. Luego una habitación de hostal. Luego unas cervezas.

En la cubierta del ferry hay una pareja con pinta de hippies. Hippies alemanes. Mayores. Son los que se llevaran la peor parte en el ataque de asaltantes que sufriremos en unas horas. En otro asiento hay una chica blanca como la palidez. Es kiwi, de Nueva Zelanda. Ella se salvará del asalto. Estaba cansada, quería dormir.

Mientras escribo rápido en el cuaderno, las luces de Port of Spain encienden la noche de un país nuevo. Después de cuatro horas de música zouk a volumen discotequero, vamos a pasar migración en fila. Bailando.

Este es un movimiento por impulso.

– ¿Vamos?

Vamos.

¿Y que habrá?

No se, habrá que ir a ver…

Y habrá que ir a Murcia.

Supongo. ¿Si? Que se yo…

(Continua en Asalto en Trinidad y Tobago)

•••••

ENCUENTRA EN ESTE ENLACE TODAS LAS HISTORIAS SOBRE TRINIDAD Y TOBAGO!

•••••

El Libro de la Independencia con franja verde

El Libro de la Independencia. ISBN 978-84-616-9037-4

Consigue ahora El Libro de la Independencia en Lulú, Amazon, Mercado Libre, Kindle o en la Librería Altaïr de Barcelona. Si vivís en Argentina, escribinos a viajeros4x4x4@gmail.com

Viaja con nosotros cada día en Instagram, Facebook y YouTube @viajeros4x4x4

 

Pablo Rey (Buenos Aires) y Anna Callau (Barcelona) viajan por el mundo desde el año 2000 en una furgoneta Mitsubishi Delica L300 4×4 llamada La Cucaracha. En estos años veinte años de movimiento constante consiguieron un máster en el arte de sobrevivir y resolver problemas (policías corruptos y roturas de motor en el Sáhara, por ejemplo) en lugares lejanos.

Durante tres años recorrieron Oriente Próximo y África, de El Cairo a Ciudad del Cabo; estuvieron 7 años por toda Sudamérica y otros 7 años explorando casi cada rincón de América Central y Norteamérica. En el camino cruzaron el Océano Atlántico Sur en un barco de pesca, descendieron un río del Amazonas en una balsa de troncos y caminaron entre leones y elefantes armados con un cuchillo suizo.

En los últimos años comenzaron a viajar a pie (Pirineos entre el Mediterráneo y el Océano Atlántico, 2 meses) y en motocicleta (Asia) con el menor equipaje posible. Participan en ferias del libro y de viaje de todo el mundo, y dan charlas y conferencias en escuelas, universidades, museos y centros culturales. Pablo ha escrito tres libros en castellano (uno ya se consigue en inglés) y muchas historias para revistas de viaje y todo terreno como Overland Journal (Estados Unidos) y Lonely Planet (España).

¿Cuándo terminará el viaje? El viaje no termina, el viaje es la vida.

5 thoughts on “59- De VENEZUELA a Trinidad y Tobago en barco.

  1. Espero con ansias la continuacion de esta historia y las muchas historias siguientes que aun no viven…. y como siempre, les deseo todo lo mejor en sus aventuras!… un fuerte abrazo desde Lima.

  2. Acabo de descubrir esta impresionante aventura… He estado viajando un rato con vosotros. Esto si que es amar la vida con todos los sentidos… Sentir el latido humano día a día… Mucha suerte y seguir escribiendo para los k estamos en el sedentarismo cuotidiano. Abrazos y suerte desde Barcelona. Hace frío y está nublado7º. Salut y mucha suerte

  3. Han estado en el sudeste de Asia?
    Yo estoy armando mi viaje para el 2009, quizás Octubre, y me gustaría saber de vuestras experiencias allí.
    Un abrazo, desde Argentina.

  4. buenas tarde soy residente venezolano y quiero ir a trinidad y tobago como lo hago por barco y cual es el precio

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Viajeros4x4x4