Edición del 14 de septiembre de 2004, Calama, Chile.

En junio de 2000 salieron de Barcelona, para dar la vuelta al mundo. Por estos días están en nuestra provincia mientras reparan el Mitsubishi 4×4 que ha sido su casa durante este tiempo.

A todos, alguna vez les pasó por la mente dar la vuelta al mundo, conocer nuevas culturas, aprender otros idiomas, viajar y no preocuparse que al día siguiente tienen que levantarse temprano para volver al trabajo. Ese sueño lo cumplen día a día el argentino Pablo Rey Berri y Anna Callau Aguilar, quienes salieron de España, específicamente de Barcelona, en junio del 2000 y todavía no vuelven.

Han recorrido más de 80 mil kilómetros por Europa, Asia y Africa, además de América del Sur a bordo de su 4×4 Mitsubishi que en los últimos cuatro años ha sido el hogar de estos jóvenes aventureros.

Actualmente están en San Pedro de Atacama porque hace unas semanas al vehículo en el que viajan se le congeló el motor en pleno desierto y tuvieron que repararlo completamente.

Este desperfecto en su vehículo, más allá de ser un gran dolor de cabeza, es una anécdota más dentro de varias que les han sucedido en todo este tiempo viajando por el mundo.

No es peor que lo último que les sucedió en Brasil donde Pablo despertó con un cuchillo en el cuello y Anna tuvo que esparcir gas de pimienta por todo el móvil para que no les robaran lo que tenían y no les pasara lo mismo que en Grecia donde les abrieron su casa rodante y les sacaron todo lo que tenían.

Estos días les han servido para conocer los distintos parajes de nuestra zona y esa era una de las intenciones de esta pareja que cada cierto tiempo tiene que detenerse en algún lugar para trabajar y volver a reunir recursos para viajar por el mundo. “Queríamos conocer el Desierto de Atacama, las minas que hay en la zona y todos los encantos que tiene este lugar” comentó Pablo. Anna en tanto está encantada por el desierto porque le encanta el silencio y acá lo encontró.

Último recorrido. Después de estar nueve meses en Santiago trabajando, Anna y Pablo decidieron partir rumbo al norte, pasaron por Buenos Aires, para llegar a Salvador de Bahía, hacer toda la costa brasileña hasta Belem en el amazonas. Después tomaron la ruta transamazónica que son 3 mil kilómetros en camino de tierra, para aparecer en el norte de Bolivia, específicamente en Cobija, y después llegar a la capital de ese país y conocer todo el altiplano llegando a los 4 mil 960 metros de altura y pasar a Chile.

Actualmente están esperando el motor del vehículo, para luego volver a Santiago, recaudar algunos recursos para hacer la última parte de su viaje que terminará en Alaska.

Anna y Pablo están muy agradecidos de la hospitalidad que les han dado en nuestra región, especialmente Juan Lucero, el mecánico y su ayudante Carlos.

Además con la rectificadora Universal y Juan Carlos Raigadas quienes les han prestado todo el apoyo para recuperar el Mitsubishi que ha sido su casa durante los últimos cuatro años.

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